Ahora que a la callada mayoría
le da igual que les peinen lo cardado,
sin ninguna acritud, les pediría
que confiesen qué fuman o han fumado.
Ahora que los mercados están tiesos,
mucho más que la hueva y la mojama,
invirtamos en pan, jamón y queso,
fruta, verdura, huevos, leche y cama.
Ahora que lo que sobran no son vendas
porque nos sangran todas las heridas,
la esperanza tendrá que pagar prenda
amén de deshacerse en despedidas.
Ahora que fabricamos terremotos
que sacuden cimientos prescindibles,
la realidad de ateos y devotos
sigue siendo una opción de lo posible.
Ahora que todo va de hacer amigos
tirando de grilletes y de fusta,
los que solo se miran el ombligo
que enseñen el botón del no me gusta.
Ahora que las ranas crían pelo
en lo que afecta a la mediocridad,
hay que ver como está de negro el cielo
que toca suelo en esta sociedad.
Ahora que las jornadas son más cortas
y anochece más pronto cada día,
que al menos al poner las luces cortas
tengamos unos metros de alegría.
me gusta esta invitación a la sencillez… sin embargo reñida con la mediocridad
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