HASTA DONDE NOS LLEVEN LOS ABRAZOS (3 vídeos)

HASTA DONDE NOS LLEVEN LOS ABRAZOS (3 vídeos)

(RecitandoAndo en blanco y negro)

Está a punto de celebrarse la Feria del Libro en la que no pude defender mi último libro de poemas “Hasta Donde Nos Lleven Los Abrazos” con la editorial EspasaEsPoesía.

Un tiempo en el que ha sido imposible prácticamente presentarlo, darle difusión, ponerlo en valor. Incluso ahora resulta complicado. Por eso, para mí, esta entrada de blog es un recordatorio, un “Nomeolvides” un nuevo comienzo.

Hasta donde nos lleven los abrazos sigue siendo un libro que “acaba” de salir y de ponerse a la venta. Por eso quería dejaros unos poemas recitados del mismo. Me gustaría que lo hicieseis vuestro, puesto que vuestros es.

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TESTAMIENTO

TESTAMIENTO

Le regalo al papel mi mala letra.
Al mar mi soledad bien entendida.
Le regalo mi voz a la careta,
callada y de cartón, de mi otra vida.

Le regalo al pincel mis tres paletas.
Al tiempo mi reloj bajo de pilas.
Le regalo mi olor a la indiscreta
manera de abrazar de quien me espía.

Le regalo a la noche mis desvelos.
Al cielo mi oración más descreída.
Le devuelvo al dolor todos sus duelos
y los sollozos de la despedida.

Le regalo al amor todas mis velas.
Al placer el colchón de mis acciones.
A las bajas pasiones la trinchera
para ganar la guerra que proponen.

Le regalo al olvido mis recuerdos.
Al adiós una larga despedida.
Al cansancio le cedo mis esfuerzos
por hacer realidad tu fantasía.

Le regalo al silencio mis temores.
Al eco un diapasón para que afine.
Le regalo una nota a las canciones
cuando mi mala letra las deprime.

Le regalo un condón a los sin dones.
A la piel las caricias que le faltan.
Al deseo ese as de corazones
que se excita en la boca de mi manga.

Le regalo al diablo mis ardores.
A la ternura mi alma desatada.
Le regalo a la vida mis temores.
A cambio, yo, me quedo con las ganas.

(De MAR DE FONDO. Incluido en Contra viento y maneras.
Obra ganadora del XXX Premio internacional de poesía Ciudad de Jumilla).

HAY VIDA

HAY VIDA

Hay vida más allá de la tristeza, 
de ese muro insalvable que recuerda 
a la parte de atrás de una nevera. 
Hay luz del otro lado de las sombras 
que habitan en los labios con cadenas. 
Hay latido en la arteria de los males 
que acechan en su hueco de escalera. 
Hay misterios gozosos que no rezan. 
Hay un sol atrapado en los espejos 
ansioso por quemar las amapolas. 
Hay silencio en el borde de los ruidos. 
Hay música detrás de cada llanto. 
Hay una rama que sujeta el nido. 
Hay una cura para cada espanto, 
Una radio encendida en cada casa, 
una lección de vida en cada acera. 
Hay muchas manos para hacer la masa. 
Hay un acto de amor, que no se airea, 
mas sirve de colchón para el herido.
Hay puertas para huir de la amenaza 
de no encontrarte con un hombro amigo. 
Hay un grito de sálvese quien crea. 
Hay vida más allá de horizonte 
aunque nunca pasemos de su raya. 
Hay sures que se juntan con el norte. 
Hay versos que no arrojan la toalla. 
Hay ecos que recuerdan a sus voces 
y palabras que alivian la franqueza. 
Hay un gemido para cada roce. 
Hay esperanza para la belleza.

DC⚡️AC

DC⚡️AC

Cuando lo malo no parece nuevo.
Cuando lo bueno nos resulta raro.
Cuando nadie ve el vaso medio lleno.
Cuando cualquiera pasa por el aro.

Cuando el mejor perfume huele a cieno.
Cuando la luz que guía no es de un faro.
Cuando se pisa a fondo y es el freno.
Cuando comprar barato sale caro.

Cuando nadie conoce los motivos.
Cuando la noche quiere ser el día.
Cuando los crecimientos negativos
dejan desconcertada a la utopía.

Cuando los ojos cierran por derribo.
Cuando pierde su gracia la ironía.
Cuando el futuro espera en el olvido.
Cuando te tienes, hasta tú, manía.

Cuando el pasivo es el mejor activo
Cuando el cuerpo del alma se te enfría.
Cuando por respirar pasan recibo.
Cuando desahucian a la fantasía.

Cuando todo parece estar perdido.
Cuando nadie parece ser consciente
hay que caer en brazos del olvido
y dejarse llevar contracorriente.

CUESTIÓN DE ESPACIO

CUESTIÓN DE ESPACIO

Hoy cabe la vida en nada.
En un lápiz de memoria.
En un segundo de euforia.
En una larga cambiada.

Hoy cabe la vida entera
en una mala experiencia.
En una simple creencia.
En casi cien primaveras.

Cabe la vida en un verso.
En la luna cuando mengua.
En la punta de la lengua
de un recuerdo en carne y beso.

La vida cabe en un viaje.
En un cambio de sentido.
En el eco de un latido.
En el temor a un chantaje.

La vida cabe en un puente
sobre aguas turbulentas.
En un mapa de tormentas.
En un asunto pendiente.

La vida cabe en un ceño
morbosamente fruncido.
y en los puntos suspensivos
que van detrás de los sueños.

De Gotas de Sol en Contra viento y maneras
Ed. Renacimiento.

LOS PECADOS DE UN MAL GENIO

LOS PECADOS DE UN MAL GENIO

Tengo tantos pecados
que en el infierno dudan
si darme un reservado 
con otra identidad.
Me siento tan hastiado
que me he comido cruda
la carne del pasado
a medio caducar.
Una mala pasada
me alejó de la duda
y hoy por cualquier mirada
me dejo consolar.
En el cielo han colgado
un cartel, cartón pluma
donde reza: Cerrado
contra mi voluntad. 
A este maldito genio,
sin lámpara ni humo,
le debo tres deseos
y tu vas a ser uno.
Hoy que subo una cuesta
que sólo yo percibo
lo único que espero
es quemarme conmigo.
Tengo tantos pecados
que en infierno dudan
si darme por perdido
y dejar de buscar.

UNO DE CADA

UNO DE CADA

 “TESTAMIENTO”

Le regalo al papel mi mala letra.
Al mar mi soledad bien entendida.
Le regalo mi voz a la careta 
callada de cartón de mi otra vida.

Le regalo al pincel mis tres paletas.
Al tiempo mi reloj bajo de pilas.
Le regalo mi olor a la indiscreta
manera de abrazar de quien me espía.

Le regalo a la noche mis deseos.
Al cielo mi oración más descreída.
Le regalo a la flor un aguacero
para que diga; – si – cuando me pidas.

Le regalo al amor todas mis velas.
Al placer el colchón de mis pensiones.
A las bajas pasiones mi trinchera
para ganar la guerra que propones.

Le regalo al olvido mis recuerdos.
Al adiós una larga despedida.
Al cansancio le cedo mis esfuerzos
por hacer realidad tu fantasía.

Le regalo al silencio mis temores.
Al eco un diapasón para que afine.
Le regalo un resol a las canciones
para que con sus notas te iluminen.

Le regalo un condón a los sin dones.
A la piel las caricias que le faltan.
Al deseo ese as de corazones
que se excita en la boca de mi manga.

Le regalo al diablo mis ardores.
A la ternura mi alma desatada.
Le regalo a la vida mis temores.
A cambio, yo, me quedo con las ganas.

(De MAR DE FONDO. Incluido en Contra viento y maneras. 
Obra ganadora del XXX Premio internacional de poesía Ciudad de Jumilla).

CARA OCULTA

Cualquier noche me iré por los tejados
a bañarme en los mares de la luna,
llena, como el cajón de los pecados,
blanca, como la savia de la espuma.
Cualquier noche de sol adormilado
me dejaré llevar por la hermosura
de un cielo sutilmente remozado
y barnizado en negro de aceituna.
Luz de luna que me dejará huella
confundiendo el dolor con el deseo.
Noche blanca con aires de doncella.
a la que abrazaré besando el suelo.
Cualquier noche me haré polvo de estrellas
que acabe siendo lodo en algún cielo.

(De GOTAS DE SOL. Incluido en Contra Viento y Maneras).

LA VOZ QUE ME ACARICIA

La voz que me acaricia
y no me toca,
que tanto me desea 
y tanto quiere:
me da besos que no saben a nada,
me abraza con verdades de mentira,
me susurra al oído lo que sueña,
lo que quiere de mí
sin querer nada.
Es dueña de mis actos
y mis noches,
de mi cama vacía,
de mis cinco sentidos,
de mis manos.
Se desnuda despacio,
gime,
suspira,
muerde,
se desgarra,
se silencia,
se escucha,
desvaría.
Me quita las palabras de la boca,
deja un rastro de mí
sobre la almohada.
La voz que me acaricia
y no me toca
sabe que estoy despierto
a cualquier hora,
que espero su llamada
en esta habitación
donde sobran paredes
cuando faltan abrazos.
Donde faltan palabras
cuando sobran deseos.

(De Ropa Interior. Editorial Renacimiento.
Obra finalista del Premio de poesía Eladio Cabañero)

LUCES Y SOMBRAS

El aire que respiras sabe que ya no ignoras
por donde sopla el viento.
El eco que no cesa te llama y no respondes.
La luz que no te ciega ya no paga el recibo.
El agua que se seca suele ser la saliva de un mal trago.
El amor que no encuentras no sabe dónde buscas.

(Susúrrame al oído aunque estés lejos
esa canción de adiós que compartimos,
las palabras que suenen como el eco
de las notas que acunan los gemidos.

Dame tu voz de lluvia en el espejo
y tu aliento de sexo derretido.
La distancia más corta de ese trecho
que va desde tu boca a mis oídos.

Rara vez el silencio te desnuda
como mi grave voz en el vacío
de esta isla sin tren de cercanías.

El tacto de tu piel es piel de espuma
que sufre la ansiedad y el desafío
de saber que en el fondo no eres mía).

(De Tierra Mojada. Editorial Renacimiento).

DULCE VENGANZA

Cada vez que te marchas
más me gusta la duda
de saber si algún día
me echarás de menos.
Cuando desapareces
escondiendo las pruebas,
ya no busco en las fotos
tu mirada insaciable,
tu sonrisa perfecta,
tu gesto de abordaje.
Cuando desapareces
sin decirme siquiera
la razón del fracaso,
ya no mojo la almohada,
ni me lanzo al vacío
de los que se consuelan
buscando el desconsuelo.
Cada vez que te marchas
me siento en el sofá
a esperar que no vuelvas.

(De ROPA INTERIOR. Editorial Renacimiento.
Obra finalista del Premio de poesía Eladio Cabañeros).

Domingo 11. Firma de libros en la Feria del Retiro 2017.
De 12 a 14 horas. Caseta 322. Editorial Renacimiento).

SONETANZA O ADIVINETO

SONETANZA O ADIVINETO

Lata de pensamientos en su tinta.
Espuma de papel encuadernado.
Península del aire aprisionado
entre sábanas blancas y distintas.

Paleta en blanco y negro que no pinta.
Cofre de las sorpresas sin candado.
Encaje de bolillos estampado
con frases infinitas o sucintas.

Sopa de letras de los crucigramas.
Receta contra el mal de la estulticia.
Puesta de largo de comedia y drama.

Droga que no te mata ni desquicia,
salvo que de Quijotes sea la trama.
Campo abonado para la presbicia.

Contre viento y maneras. Mar de Fondo. Ed. Renacimiento. #DíaDelLibro

QUÉ SE LE VA A HACER

QUÉ SE LE VA A HACER

Me gusta ser burbuja

y canto de sirena,

espejismo de almohada,

el relleno mullido

de tu ropa interior.

Me gusta ser cornisa,

balcón sobre la niebla,

reflejo en los cristales,

silencio de sirena,

sonrisa por probar.

Me gusta ser el alma

con la piel de gallina,

la saliva del sobre,

la voz de mi canción.

Me gusta ser la luna

bañándose en el frío,

el polvo de tu brillo,

las ganas de llegar.

Me gusta ser el aire

del viento incomprendido,

el aullido del lobo,

la llave de tu luz.

Me gusta ser el hueco

donde cabe el deseo.

Me gusta ser la tinta

de luto en un papel.

Me gusta ser caricia,

susurro en el oído,

vendedor ambulante

de abrazos sin usar.

(y me los quitan de las manos)

Me gusta ser el loco

que siempre disimula.

Me gusta hacerme el tonto

por darte la razón.

DOS POEMAS (ETEYMP)

DOS POEMAS (ETEYMP)

NOSTALGIA

¿Dónde quedará ahora esa parada?
¿Ese lugar de encuentro y despedida?
¿Ese banco del parque en el que nos sentamos
a darle de comer a nuestras fantasías?
Muchos ratos perdidos, 
me sorprendo recordando 
lo que pudo haber sido,
lo que sería ahora de nosotros,
si no hubieses cogido ese autobús 
que te alejó del paso 
que no quisiste dar.
La vida es ir dejando atrás las cosas. 
Algunas por capricho o por desgana,
otras, por no pisar mierdas recientes.
Las más veces
(nótese aquí el guiño Cervantino)
por no ponerte metas, que se antojan,
demasiado lejanas o escondidas.
Por no comprometernos,
por no dar nuestro brazo a romper.
¿Dónde quedan ahora 
los besos que perdimos 
y los que, tontamente, perdonamos?
A ratos me pregunto
¿Qué paisaje me espera
ahora que doy por bueno  
el que he dejado atrás?
Tus sueños y los míos:
¿Dónde se desperezan?
¿En qué cabeza caben? 
¿Entre qué brazos duermen?
¿Quién eras tú?
¿Quién no fui yo?
Todavía no sé si soy quien debería.
Pero el ayer no puede conocer el mañana.
Sólo los pájaros regresan cada primavera al mismo nido.
Será porque son libres.
Qué paradoja.

LAS HORAS MUERTAS

He encontrado el reloj 
que da las horas muertas.
Un viejo carillón 
que cuenta los minutos en voz alta,
desde el fondo del angosto salón 
donde se encuentran 
las miradas perdidas.
Sobre una mesa camilla 
con la falda muy larga,
una diminuta musaraña enjaulada,
mira por la única ventana que tiene la estancia
y que ofrece unas fantásticas vistas 
a un espacio en blanco.
Una vieja musa despeinada, 
tumbada en el suelo de madera,
hace un solitario con las cartas marcadas 
y ningún interés.
Yo estoy de pie junto a una mecedora 
que cabalga despacio,
hipnotizado por su movimiento. 
Ausente y sin pensarlo me debato
entre quedarme quieto,
o asomarme a la calle y pintar el paisaje.
Sin embargo, no siento nada especial. 
Nada ni nadie me incomoda,
ni siquiera tengo la sensación 
de estar matando el tiempo.
El viejo reloj de péndulo 
ya se encarga de dejarme claro,
cada dos por tres,
que allí se viene: 
a desaprender, 
a desoír, 
a descreer,
a deshacer,
siempre a deshoras.