LEÑA AL MONO

LEÑA AL MONO

Hoy se ha puesto de moda la vehemencia
a la hora de hablar de cualquier cosa.
Opinión que se inyecta con violencia,
de manera textual y escandalosa.

Esta vuelta de tuerca sin clemencia
metódica, vulgar y venenosa,
roza en muchos momentos la indecencia,
y, para colmo, es muy contagiosa.

No queremos tratarnos la paciencia,
ni contar hasta diez (si es que sabemos),
es más, no nos remuerde la conciencia
la tanta mala baba que tenemos.
 

Con la razón al borde del abismo
vende más el “insulta, que algo queda”
que una buena ironía con priapismo.
Hoy se lleva el percal más que la seda,

Está de moda darle leña al mono,
las collejas al diestro y al siniestro,
elevar los mensajes hasta un tono
que ni una abuela en misa el padrenuestro.

Hemos llegado al punto sin retorno
en el que echamos mierda por los codos.
Hay más amor en una peli porno.
(De esos polvos saldrían otros lodos).

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ANDAN

ANDAN

Hoy andan despendolados
la ley y la hipocresía,
el poder y las andadas,
los votos y la utopía.
 
La derecha con la izquierda,
el centro con la ficción,
la basura con la mierda,
la verdad con la opinión.
 
La educación con sus padres,
la formación con sus hijos,
los circuitos con los cables,
los becarios con los fijos.
 
Hoy están a bofetadas
gigantes con cabezudos,
los deseos con las hadas,
los serios con los tozudos.
 
El buen humor con los modos,
los horarios con los goles,
los polvos con estos lodos,
el sol con los caracoles.
 
La actualidad con el día,
el ruido con las palabras,
las caras con la alegría,
las ovejas con los cabras.
 
Están a tortas y a locas:
La lluvia con los cristales,
los vertidos con las rocas,
el bien con las libertades.
 
Las princesas con los cuentos,
el miedo con la osadía.
en gerundio y resumiendo:
Que está la cosa jodía.

QUÉ PASO LLEVA EL AÑO

QUÉ PASO LLEVA EL AÑO

Ya está la calle a sus anchas,
sombras largas, faldas cortas.
Han encendido la plancha
y el sol se ha liado a tortas.
 
Huele a cloro de piscina,
a primavera quemada,
al que a buen árbol se arrima
le llueve alguna cagada.
 
Se ha terminado la liga,
se barruntan vacaciones
y los regueros de hormigas
se asoman a los balcones.
 

No hay colegio por la tarde,
la noche tarda en llegar
y, en una de éstas, arden
las hogueras de San Juan.
 
La alergia se va pasando,
dormimos de tos en tos.
y con Nadal «Nadaleando»
se juega Roland Garrós.
 
En Junio empieza el verano,
medio año se consume
y Hacienda nos mete mano.
Es época de desplume.
 
Es un tiempo muy fecundo
para flores y floreros
y eso pasa en todo el mundo
y parte del extranjero.
 
Hora de estrenar las ganas,
y de disfrutar de un mes
que se suele ir por las ramas
disfrazado de ciempiés.

PODRÍA SER PEOR

PODRÍA SER PEOR

No hay mal que cien años dure
ni gallo que lo resista.
No hay bálsamo que no cure
el sueño de ser realista.
 
Pensemos en positivo.
No nos faltan invenciones
para hacer más digestivo 
este guiso de jirones.
 
La vacuna de la rabia,
clavo que echarle a la pava,
adosados hasta en Babia,
champán por la vena cava.
 
Tenemos anticiclones,
más alas que un aeroplano,
la acidez de cien limones,
diez dedos en cada mano.
 
No nos falta cachondeo
ni buen humor al pil-pil,
ni edificios de Moneo,
ni casetas en abril.
 
Tenemos una moneda
que tiene más de dos cruces,
molinos con muchas ruedas,
dudas en traje de luces.
 
Tenemos una fortuna
invertida en tragaderas,
embajadas en la luna,
veranos y primaveras.
 
La botella medio llena,
lo bueno por conocer.
Tenemos la vida en vena
por nuestra forma de ser.
 
Así que no se depriman.
Quédense con la canción,
que la situación da grima
pero no es #Eurovision.

HAY DÍAS Y DÍAS

HAY DÍAS Y DÍAS

Días sin sopa con letras,
de cuentas y cuentacuentos,
de esfínteres y de uretras,
de mentes sin nada dentro.
 
De Quijotes y Julietas,
Romeos y Dulcineas.
De volver de hacer puñetas.
De listos con mala idea.
 
Días de nubes y claros,
cirros, estratos y nimbos,
y un cúmulo de parados
atormentado en el limbo.
 
Días de extraña calaña,
dicción y contradicción,
de mirones con legañas,
de injusticias con perdón.
 
Días de cuotas y quitas,
de heridas con cremallera,
de torpezas infinitas,
de huecos sin escalera.
 
Días de piedras y palos
con dioses como castigo.
Días para que los malos
se pasen al enemigo.
 
Días de fútbol y toros,
pan y circo, al fin y al cabo.
De chocolates y loros.
Hasta el poro todo es rabo.
 
Días que ni boca abajo
logramos girar la llave
de la puerta del carajo.
Esos días de ¡quién sabe!

MADRE

MADRE

Los ardores, las náuseas, las patadas,
el sueño, la ansiedad, todos los miedos,
su sexo, adivinar nombres sin cara,
los antojos, el parto, el amor ciego.

La emoción en el rostro reflejada
cuando comienza a andar, los balbuceos.
Verlos crecer al borde de la almohada.
El colegio, los golpes, los «no quiero».

Su vida es el calor que te ilumina
y hace crecer la magia de los besos.
Esa dulce y gustosa medicina
que cala de los labios a los huesos.

Educar sin descanso, «regañinas»,
Tener que aguantar carros y carretas.
Un camino que nunca se termina.
Un alarde de trajes y caretas.

Compartir las lecciones y las notas,
la edad del porvenir y la del pavo.
Botellones del tiempo gota a gota
y un clavo que, al final, saca otro clavo.

Gafas de sol en cada despedida
(nunca huele ese adiós a primavera)
Soledad de rellano de escalera
cuando su habitación queda vacía.

Noches en vela de una vida en vilo.
Largas jornadas que no duran nada.
Vida que de la vida es la coartada 
y da sentido al hueco del ombligo.

F5

F5

Hay ciertos «tics» que son «tacs»
de un viejo reloj parado
que no comprende el compás
de este tiempo retocado.
 
Cierta nostalgia del fax
frente a las redes sociales.
Una mirada hacia atrás
que ignora las bifocales.
 
Un viejo dolor de flato
por no saber respirar
aire que exige otro trato
y otra manera de andar.
 
Formas de pensar que olvidan
que el mundo no es lo que era.
Que las veletas no giran
como de aquella manera.
 
Aún exhalan muchas bocas
un aliento espeso y rancio.
Ademanes que provocan
pereza, miedo y cansancio.

Es hora de hacer mudanza,
de actualizar las canciones,
los refranes, las fragancias,
los discursos, las lecciones,

las ideas, las distancias,
los recuerdos, las pensiones,
las leyes, las redundancias,
la paz y las tradiciones.

UN DÍA PERFECTO

UN DÍA PERFECTO

El día que vas y vienes
con la prisa en los talones,
que parece que no tienes 
tiempo ni por alusiones.
 
Ese día que naufragas
en cualquier gota de lluvia,
o que te pillan en bragas
y de repente diluvia.
 
En que todo te lo piden
para ayer por la mañana,
y te exigen y no miden,
y tu lloras y no maman.
 
Ese día que se atasca 
la calle de la amargura.
Que te pica y, si te rascas,
la piel te pasa factura.
 
En que el bien va malherido
y el mal quiere que te mojes,
y el pollo come cocido
y el más tonto hace relojes.
 
Un día que por defecto
presenta este panorama,
ese es un día perfecto.
Ese es un día perfecto
para quedarse en la cama.

SI MAÑANA NO FUERA OTRO DÍA

SI MAÑANA NO FUERA OTRO DÍA

¿Y si un día no hay mañana
o mañana ya fue ayer
y el presente es la manzana
que no supimos morder?
 
Quiero decir:  ¿Y si un día
ya nada tiene sentido
porque este globo perdido
raja como una sandía?
 
Vivimos desprevenidos
y, lo que es peor, cegados,
más fieles al enemigo
que de estar de nuestro lado.
 
No sentimos el momento,
no sudamos nuestro miedo,
no movemos un pimiento:
culo, espalda, cuello, dedo.
 
Dejamos para mañana
lo que no haremos jamás,
quizá por falta de ganas
o por todo lo demás.
 
Porque nos tienen cogidos
por dónde todos sabemos:
por el monte del gemido,
por los euros, por los huevos.
 
Si, sin avisar, el cielo
se desploma de repente,
responde sinceramente;
¿qué has dejado para luego?
 
¿Un amor, una mentira,
un viaje, un paradero,
un sueño, una despedida,
otra realidad, un pero?
 
¿Un ruego, tal vez un beso,
un perdón, un espejismo,
un minuto en el abismo,
una fantasía, sexo?
 
¿Qué asignatura pendiente,
qué proposición, qué grito?
Baja la cifra siguiente
que la vida es un cociente
y nos llueven meteoritos.

EL CORRUPTO INTERIOR BRUTO

EL CORRUPTO INTERIOR BRUTO

Pillados con las manos en la masa,
con la que el resto hacemos el pan duro,
suelen ser lo peor de cada casa,
de pasado imperfecto sin futuro.
 
Buscadores de oro en cualquier charco.
Malabaristas de las concesiones.
Tesoreros con título, sin marco,
de una mala carrera de ambiciones.
 
Soldados insaciables de fortuna.
Parásitos que viven de un pastel
que se reparten, sin decencia alguna,
sin dejar una miga en el mantel. 

Estos tipos con alma en estampida,
hoy son de nuevo lo que más escalda
a esta España, paciente y malherida,
cansada de sablazos por la espalda.
 
Muy «listos» pero nada inteligentes,
con más cuentas pendientes que secretas,
Petimetres, chorizos, delincuentes.
¡Váyanse ya a mamar y a hacer puñetas!