Hay poemas que escribo con el corazón en un puño, con una verdad que no tiene comparación posible con ninguna otra verdad. Un poema de los que no corriges, que se queda como sale, como fluye, escrito a borbotones. Un poema sin trampa ni cartón. Un poema de amor sin doblez, sin medias tintas, sin coraza.
Hoy que todo es un poco mejor he sentido el impulso y la necesidad de sacarlo de su libro y airearlo. Porque hoy el viento me ha dicho que sopla a tu favor, a nuestro favor, y nada me hace más feliz que tu mejoría. Te quiero siempre.
GOTAS DE SOL
(a mi hija)
Esta noche no soy tu ángel de la guarda,
aunque esté aquí, mirando como duermes.
Ni el cazador de sueños que te espanta
las sombras de la noche.
No soy el ojo de la cerradura
por más que esté espiando tus silencios.
Esta noche de luna soleada,
no soy el espejismo,
ni el furtivo fantasma
que se desvela envuelto en pesadillas.
Ni el eco del suspiro
que se escapa
de tu boca entreabierta.
Esta noche no soy funda de almohada,
ni la sábana verde que te estorba,
ni el colchón de tu cama destemplada.
Si acaso, la caricia que no notas,
el amor que no sientes, distraída
navegando por el mar de los zarpazos
invisibles.
Puede que esta noche sea
tan sólo tu aliento,
el papel y la tinta de estos versos
que te robo a escondidas.
La única verdad que nos separa
de un mundo de mentira.
El azote de un dios al que no entiendo.
Esta noche no soy tu carcelero
ni el común divisor de los sentidos.
Quizá, parte del aire que respiras,
parte del tiempo en el que me desvivo.
Un abrazo de dedos que se aprietan
como si no existiera otro destino
para tantas caricias.
Esta noche no soy por más que pueda,
más que el nudo del lazo
que nos ata a esta vida.
Un torniquete para las heridas
de impotencia y dolor que no remite.
Esta noche no quiero ser, mi vida,
por más que me lo pida la razón,
más que una simple lámpara encendida,
más que una transfusión de amor en vena,
Más que la sangre de tu corazón.
De Contra Viento y maneras.
Ed. Renacimiento.