EL BESO MEDIO LLENO (Transparencias. Incluye audio)

DestacadoEL BESO MEDIO LLENO (Transparencias. Incluye audio)

Han pasado dos años y demasiadas cosas malas en general, desde que publiqué mi último libro con EspasaPoesía: «Hasta donde nos lleven los abrazos». La pandemia y el confinamiento hicieron imposible defenderlo como se merecía, así como darle la difusión que lleva asociada y se merece cualquier nueva «empresa personal» que se precie. Aún así, ahí sigue a disposición de cualquiera que lo quiera descubrir.

https://www.amazon.es/Libros-Javier-Ruiz-Taboada/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AJavier+Ruiz+Taboada

Parafraseando, en mi opinión, la poesía siempre fue un arma cargada de pasado, aunque de vez en cuando resurge de sus cenizas y, por momentos, vuelve a estar en boca, en manos, en ojos y en oídos de casi todos. La poesía es un género que va y viene y que no deja indiferente a nadie: o la odias o la amas; o la necesitas o te sobra. A mí me gusta leerla y escribirla, forma parte de mi razón de ser más que de mi forma de estar. No me considero un poeta al uso, no vivo como tal, aunque sea un romántico empedernido y en alguna ocasión haya podido parecer un bohemio solitario de barra y taburete. Más que ser poeta me gusta decir que solo escribo poesía. Además, la poesía es algo más que metáforas, frases bonitas o vueltas de tuerca. La poesía también es un medio de denuncia, de reivindicación, de interacción.

Dos años después de mi última obra impresa vuelvo a la «carretera» con un nuevo libro debajo del brazo, pegado a la piel. Un libro en el que me desmiento a mí mismo (alguna vez dije que el cerebro no tenía corazón) intentando integrar el uno en el otro o el otro en el uno.

Mi nuevo poemario se llama «El beso medio lleno» y al final me he visto abocado a auto publicarlo por razones que tienen más que ver con el tiempo de demora que le esperaba, por la acumulación de títulos en las editoriales a las que he consultado, que por otros motivos. Cada cosa tiene su momento y, si podemos permitirnos ciertas licencias poéticas, de nosotros depende aprovecharlas. Sé que al hacerlo como Juan Palomo pierdo muchas ayudas y toda la maquinaria que te brinda una editorial al uso. Pierdo las librerías, algo que me duele en el alma, pierdo las firmas, las Ferias y demás promociones intrínsecas a la publicación de un libro aireado por los cauces normales, pero quería publicarlo y, si no era ahora hubiera sido un libro diferente.

Desde que empecé a escribirlo en el ordenador hasta que lo he tenido en mis manos «El beso medio lleno» ha ido cambiando, evolucionando, actualizándose, si se me permite la inmodestia: mejorando lo pendiente.

El beso medio lleno intenta encontrarle el lado positivo a la vida, a las relaciones, a lo que no lo tiene. También es un grito contra la moral decimonónica que nos impone una serie de normas o de prejuicios que están muy lejos de los que hoy es la realidad y la sociedad en la que vivimos. Es una defensa desgarrada de la libertad de elección, de expresión, de amor. Que cada uno ame a quien quiera y con quien quiera, que nadie se sienta con derecho a juzgar a los demás por actos que no van con ellos. Que cada cual viva la vida como quiera y con quien quiera, que haga lo que desee con su vida, lo que le haga más feliz (dentro de la ley, se entiende ;-)) Es un canto de amor sin barreras, sin fronteras, sin complejos, sin miedo. Es un viaje de ida y vuelta del corazón a la cabeza y de la cabeza a los pies. Un beso que en ocasiones suena como un canto de vida, en otras como un llanto de amor. Una mezcla de felicidad y de nostalgia. Un beso de pasión y de deseo con vocación de abrazo. Un poemario en el que caben todas las emociones, todos los miedos, todas las certezas. Besos y versos que sacian la sed de poesía gota a gota. Un beso medio lleno que colma el vaso.

Ángel Antonio Herrera aceptó escribirme el prólogo «El acróbata de la sílaba» y ese es un regalo que no puedo ni debo dejar de agradecer. Confió en mí y en el libro desde el primer momento, desde el título hasta su diseño y edición, trabajo y sensibilidad que también le debo a Miriam Peinado. Estaba convencido de que incluso sin mis poemas en su interior, solo por ellos el libro ya sería un éxito antes de ponerse a la venta. En eso estamos.

El Beso medio lleno se vende en exclusiva en Amazon. Suele llegar en tres o cuatro días a casa de quien lo quiere y adquiere:

https://www.amazon.es/dp/B09YNC7JZ7

Como sé que la poesía a veces entra más por los oídos que por los ojos y como por ahora se resiste el audiolibro, dejo unos poemas recitados por mí, para que os hagáis una idea de lo que propongo y compongo en El beso medio lleno.

Voz: Javier Ruiz Taboada

Gracias a todos los que ya lo habéis comprado y a los que lo vais a a hacer.

Es muy importante para mí que este libro llegue donde no pudo llegar el anterior. Besos y versos.

EL REVERSO DE TABOADA. (Resumen semanal. Del 6 al 10 de mayo de 2024)

EL REVERSO DE TABOADA. (Resumen semanal. Del 6 al 10 de mayo de 2024)
Lunes 6/5/2024
Martes 7/5/2024
Miércoles 8/5/2024
Jueves 9/5/2024
Viernes 10/5/2024

Feliz semana

El Reverso (Resumen semanal del 22 al 26 de abril de 2024)

El Reverso (Resumen semanal del 22 al 26 de abril de 2024)

Como sabéis esta semana he vuelto a escribir y publicar en redes sociales El Reverso de Taboada.

Se trata de un comentario diario de actualidad, o lo que surja, escrito en verso, cortito y al pie.

Estos son los cinco primeros. Espero que os gusten.

Lunes 22/4/2024
Martes 23/4/2024
Miércoles 24/4/2024
Jueves 25/4/2024
Viernes 26/4/2024

Y hasta aquí puedo enseñar. Buen fin de semana.

DESMENTIRÍA SI TE DIGO LA VERDAD

DESMENTIRÍA SI TE DIGO LA VERDAD

No. No me he ido, no estoy cansado, no he bajado mi rendimiento, no he perdido peso, ni fuelle, ni voz, ni la cabeza. No han decaído ni mi ánimo ni mis ganas de comunicar, tampoco he emprendido ningún reto nuevo aún.

No llegué a ningún acuerdo, ni negocié mi salida, más allá de lo estrictamente legal y a posteriori. No tuve opción. Ni despedirme de los oyentes pude. Simple y tristemente me echaron.

Me abrumaron con papeles, cifras ajustadas a derecho, buenas palabras y con lo típico de: ahora baja, recoge tus cosas, despídete de tus compañeros y el lunes no tienes que venir, por más que yo sí quisiera. Era viernes, el segundo de enero, mi primer despido en 38 años dedicados a mi profesión, a la radio y a los oyentes de Onda Cero. Todo deprisa y corriendo. Imagino que nunca se tomaron la molestia de conocerme ni personal ni profesionalmente. Siempre imaginé que mi salida sería con una comida de despedida, una agradable sobremesa y un reloj de plástico de imitación.

Esta es la verdad, lo demás son noticias o mensajes interesados que se han publicado, ignoro el propósito. Hechos sin contrastar conmigo.

No entra en mis planes dejar de hacer radio, de seguir ligado a ella.

Decir que te han despedido, para muchos, es sinónimo de: “algo habrá hecho”. Nada más lejos de la realidad en este caso. Nunca he dicho o hecho nada que mereciera esta forma de cerrar el capítulo más extenso de mi vida radiofónica. Eso es lo que me entristece, lo que no puedo entender, lo que me parece injusto, lo que pienso que no merecía. Las razones han sido económicas y por decir algo.

Por lo demás, a los compañeros que dejo en Onda Cero les deseo lo mejor. Ellos han sido mi otra familia durante más de media vida.

Ahora toca rehacerse y buscar otros retos profesionales, otros caminos y un lugar donde pueda ser de utilidad y me requieran… y me quieran.

Gracias a todos por vuestras muestras de cariño y por vuestros deseos sinceros de volverme a escuchar, ver y leer. Aquí me tenéis.

La vida, como la radio, siguen. Y yo no voy a ser menos. Me merezco otra radio.

P.D.

Cómo será

que aún no he quitado el árbol

de “navidá”.

LA BONDAD MAL ENTENDIDA

LA BONDAD MAL ENTENDIDA

Esta entrada va de lo aparentemente bueno que es ser malo y lo injustamente malo que es ser bueno. Y de no ser verdad tiene su aquel.

Es triste llegar a la conclusión de que, genios, seres de luz y mentes brillantes aparte, la única manera de hacerse un hueco, de abrirse camino en esta vida es siendo una mezcla entre mediocre, listo (que no inteligente) y mala gente. El grito como silenciador de la discreción.

Los buenos están para recibir golpes y poner la otra mejilla, incapaces de levantar la voz: porque no saben o porque no pueden renunciar a lo que son: siervos sin pretenderlo, corderos en un mundo de lobos al acecho, fantasmas aterrorizados, paralizados por el miedo al presente y sobre todo al futuro.

Da igual lo que hagas, lo que te esfuerces, tus ganas de aprender y de adaptarte, lo que parezcas y lo que padezcas.

Puede parecer que las buenas personas están para que todo funcione mientras el mérito se lo llevan los que manejan sus hilos. Que están únicamente para no ser nadie.

Las buenas personas son y actúan como marionetas al servicio de un sistema que les oprime y aparta; que les hace invisibles, que les deja al margen, donde no molesten ni puedan asomar la cabeza para reivindicarse.

Y cuando mayor te vas haciendo, más palos, por más que pretendas actualizarte, por más que quieras seguir en activo, por más que quieras.

A veces dan ganas de transformarse en un auténtico «hijo de la mañana» y tirar por el camino de en medio. Porque solo haciendo ruido puede que haya alguien que se gire a mirar para ver qué sucede contigo, para comprobar de dónde viene ese estruendo inesperado.

Mientras no haces nada se aprovechan de ti, desde la compañía que recula cuando la amenazas con marcharte, hasta el vecino o el compañero de trabajo o de la vida, al que un día dejas de saludar en el ascensor o en el pasillo o miras con desprecio. Ahí es cuando puede que se interesen por tu «ausencia», que caiga en tu cuenta por tu cambio de actitud. y será en ese mismo instante cuando pases de ser ese ser educado al que ellos nunca devolvieron el saludo o el favor, al monstruo que siempre evitaste ser, pero que ahora se plata frente a ellos.

Es terrible que la realidad social o laboral nos aboque a tener que cambiar nuestros códigos de comportamiento, para intentar sobrevivir en esta selva arrasada, en esta tierra quemada en la que solo sobresale el que no tiene compasión por nada ni por nadie, el sincero sin complejos, el egoísta sin remordimientos, el inconsciente sin conciencia, el maño de la película al que todo el mundo adora sin querer.

Pero no todo el mundo es capaz de sustituirse por otro. de mudar la piel de su interior, porque poder crecer quizá no les compense perder su bonhomía, su razón de ser y de estar, esa bondad innata, ese tesoro que nadie ve hasta que que te levantas en armas y desaparece del todo desde siempre.

Por supuesto que habrá quien se dé cuenta y se preocupe, pero los que son capaces de notar tu transformación no pintan nada, no pueden solucionar nada, porque tampoco son nada al no saber ejercer de buitres emboscados, ni plantas trepadoras coronadas de espinas. Al igual que tú, carecen del el poder de cambiar las cosas, y ya han perdido la oportunidad de intentar convencerte de que es mejor no ser nadie, que ser un capullo incapaz de florecer si no es a base de comerse a las abejas que revolotean a su alrededor.

Ser (malo) o no ser. He ahí el dilema.

IDEAS

IDEAS

Ideas para regalar en Navidad: “El beso medio lleno” (de venta en Amazon) o alguno de mis cuadros (mandadme un mensaje y lo hablamos). Gracias de antemano y perdón por la turra.
Se os quiere.
Quiero aprovechar para ser el primero en volveros a desear un Feliz 2016.

https://www.amazon.es/Libros-Javier-Ruiz-Taboada/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AJavier+Ruiz+Taboada

https://www.instagram.com/taboadart/?hl=es

TOCAR Y NO ECHAR NOTA

TOCAR Y NO ECHAR NOTA

Alguien dijo una vez que “es preferible pedir perdón que pedir permiso”. Un consejo con la que podría estar de acuerdo si no fuera porque no lo estoy, entre otras cosas porque, hoy en día y en muchas circunstancias es políticamente incorrecto y motivo de cárcel. Podría aceptar la cita, pero solo en determinadas ocasiones. Sobre todo en aquellas en las que sabes que estás en posesión de la verdad y que tu experiencia está por encima de toda duda. En esos casos se impone tirar por el camino de en medio y creer más en uno mismo.

“Recuerdo las lecciones, no sabía si podría tocar”, le dice en Blade Runner, Reachel a Deckard. Y Vaya si sabía tocar. Siempre hay que fiarse de la memoria si ésta no está corrompida, manipulada o descascarillada por el paso del tiempo o la enfermedad.

Si sabes tocar no esperes a que el director de orquesta te dé con la batuta en los morros. La atrevida ignorancia de los demás te puede arrastrar hasta un borde que podrías haber evitado pidiendo perdón en lugar de permiso. Fiándote, además de tu memoria, también de tu instinto.

La inseguridad y la baja autoestima solo sirven para tocar y no echar nota. Lo que es un buen motivo para seguir intentándolohasta que suene la flauta, y no por casualidad.

LA QUEMA

LA QUEMA

No se salvan de la hoguera:

ni el que reparte las cartas,

ni el que pinta la pancarta,

ni el que menos se lo espera.

No se salvan de de la ira:

ni el más santo con peineta,

ni la manzana podrida,

ni la manzana reineta.

No se salvan del derribo:

ni los feos, ni los guapos,

ni los muertos, ni los vivos,

ni las ranas, ni los sapos.

No se salvan de la rueca:

ni el hilo, ni Blancanieves,

ni aquel que asó la manteca,

ni los cortos, ni los breves,

No se salvan del tormento:

«mira que bien y que pronto,

le dijo la tonta al tonto»

ni el ciento veinte por ciento.

PENSAMIENTOS ÚNICOS

PENSAMIENTOS ÚNICOS

«Es insoportable este umbral de ruido interesado y superfluo que nos revienta los tímpanos, los ojos y los entresijos. Que las discrepancias estén a la orden del día no tiene nada de malo, lo malo es que hagamos de cualquier baldosa un campo de batalla, de cada palabra una falta de ortografía, de cada frontera una trinchera, de cada ambición un rancho y de cada frase una coartada para “traer manzanas” aprovechando el viaje a la casquería».

A veces se me acusa de no ser demasiado claro cuando escribo o doy mi opinión sobre las cosas. Quizá juego demasiado con las palabras o dejo muchos mensajes que leer entre líneas. En este libro, al que quiera entender, le van a faltar pocas palabras.

Este libro se llama Pensamientos Únicos porque son muy míos. Que lo mismo ni son pensamientos ni son tan únicos. Una selección corregida de comentarios personales que han servido para echarle el cierre cada mañana de lunes a jueves al de programa de Onda Cero Más de Uno, para darle un repaso al mundo, a la actualidad, a cómo somos y a cómo nos va la vida. 

Unas risas en muchos casos, ternura en otros y crítica en casi todos.

Se podrá estar o no de acuerdo conmigo, pero estoy seguro de que a nadie dejará indiferente la lectura de este catálogo de propósitos y despropósitos cotidianos.

Si los escucharon en directo les servirá de recordatorio y para poder leer entre líneas lo que quizá se perdió en el aire. Si no escuchó nunca mi intervención en el programa, les aseguro que su lectura les resultará, al menos, amena. Espero que les guste y que si les disgusta no se lo tomen a mal.

Los que escriben a diario saben lo cuesta arriba que se puede llegar a hacer llenar un folio en blanco. La exigencia de llegar a tiempo o llegar, de no decir muchas barbaridades, de ser cercano y al mismo tiempo saber mantener las distancias. Ser respetuoso pero a la vez contundente o, simplemente, intentar provocar sonrisas donde no las hay. Opinar es abrirse de par en par, te hace vulnerable porque te vuelve transparente. Saber que digas lo que digas no vas a poder contentar a todo el mundo, que te vas a crear enemigos hasta en el cielo o que siempre habrá quien te malinterprete. Pero merece la pena jugársela cuando uno comenta la vida intentando ser ecuánime y equilibrado, sin evitar el cuerpo a cuerpo, pero tampoco ir por ahí arrancando cabezas de cuajo.

PENSAMIENTOS ÚNICOS es más que un libro y solo se puede comprar en AMAZON. Gracias por querer hacerlo vuestro, por quererme conocer.

«Tendemos a quedarnos antes con los que nos dan la razón, aunque no la tengamos, que con los que nos dicen las cosas como son, por el mero hecho de que su opinión va en contra de nuestros intereses o nuestro pensamiento único. Preferimos que nos den la razón como a los tontos a que nos contradigan enfrentándonos a la realidad y, con ello, se confirme que los que nos daban la razón lo hacían como lo que en realidad somos.

Nos cuesta aceptar que estamos equivocados, con lo fácil que es reconocer las cosas y el tiempo que te ahorras en discutir sandeces, obviedades varias o cuestiones que no tienen solución.

Nos desestabiliza e indigna una mala crítica aunque, paralelamente, mil comentarios sean a nuestro favor. La inseguridad es un mal de nuestro siglo, aunque es más antigua que beber leche recién ordeñada.

Criticando somos de lo bueno lo mejor y de lo mejor lo superior. Como objetos o sujetos de crítica somos de lo malo lo peor y, de lo peor, una mierda pinchada en un palo del tamaño de un castoreño.

Quedémonos con los buenos, que malos los hay hasta en la sopa, de sobra , de sobre y de sobro, así que me voy».

Gracias a Carlos Alsina por fiarse de mi cabeza.