Días con sopa en las letras,
de cuentas y cuentacuentos,
de esfínteres y de uretras,
de boinas sin nada dentro.
De Quijotes y Julietas,
Romeos y Dulcineas,
de volver de hacer puñetas
ebrios de malas ideas.
Días de cruces y clavos,
carros, estratos y limbos
y un cúmulo de emboscados,
sin Línea, cantando Bingo.
Días con eñe de caña,
fricción y contradicción,
de mirones con legañas.
de injusticias a traición.
Días con horas malditas,
de jugarse la cartera,
con más huevos que tiritas,
cuadrados y de madera.
Días de piedras y palos
con dioses como castigo.
Días de hacerle regalos
al “cuñao” del enemigo.
Días de castrar al loro,
de echarle cuellos al cabo,
de decir en cualquier foro
que hasta el suelo todo es rabo.
Días de lucir las telas
que nos recuerdan que somos
esclavos de las banderas.
Noches de cromas y cromos.