¿Y si un día no hay mañana
o mañana ya fue ayer
y el presente es la manzana
que no supimos morder?
Quiero decir: ¿Y si un día
ya nada tiene sentido
porque este globo perdido
raja como una sandía?
Vivimos desprevenidos
y, lo que es peor, cegados,
más fieles al enemigo
que de estar de nuestro lado.
No sentimos el momento,
no sudamos nuestro miedo,
no movemos un pimiento:
culo, espalda, cuello, dedo.
Dejamos para mañana
lo que no haremos jamás,
quizá por falta de ganas
o por todo lo demás.
Porque nos tienen cogidos
por dónde todos sabemos:
por el monte del gemido,
por los euros, por los huevos.
Si, sin avisar, el cielo
se desploma de repente,
responde sinceramente;
¿qué has dejado para luego?
¿Un amor, una mentira,
un viaje, un paradero,
un sueño, una despedida,
otra realidad, un pero?
¿Un ruego, tal vez un beso,
un perdón, un espejismo,
un minuto en el abismo,
una fantasía, sexo?
¿Qué asignatura pendiente,
qué proposición, qué grito?
Baja la cifra siguiente
que la vida es un cociente
y nos llueven meteoritos.
Si la verdad no està ahí fuera sino aquí adentro.
Si mi hijo quiere ser mujer y tu hija quiere ser hombre.
Si nadie cree en la verdad y todos creen en la mentira.
Si la vida es una gran mentira que la muerte espera al final
Si todo es inventado porque nada es lo que parece.
Entonces, que la vida nos haga libres para siempre.
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