Ojos que miran despacio. Labios que besan con prisa. rostros que se desperezan con tatuajes de almohada. Cuerpos que van y vienen buscando la alargada sombra de un día que se muere de ganas de empezar, sin pedir nada a cambio.
Tiempo que se bebe el aire bien cargado. Rostros en busca de espejos. Gente de paso que envejece con prisa en el guiño infinito de un semáforo en ámbar. Olores que acarician la piel bajo la ropa. Sabores que huelen a deseos recién exprimidos.
Risas que lloran de risa. Gritos que no dicen nada. Luces que se alegran de ver salir el sol, por calles escondidas dentro de los portales. Ruido en estampida. eco de cristales, muecas de silencio. Despertares.
Flota un rumor de corazones que se alejan. Suenan canciones que se repiten mientras viajan por el aire o sueñan recostadas en el asiento de atrás de un coche en marcha. Atasco de reuniones en la agenda. Señales en el cielo que recuerdan que la vida es un beso cuando menos lo esperas, que la vida es un cielo por estrenar si alzamos la mirada o, cuando la dejan.
Sigue (re)creando imágenes de todos los días con el toque certero de poesía, Taboada. Aquí te leemos para que nos recuerdes que además de que nosotros pasamos por la vida, la vida también pasa (y cala) por nosotros.
Me gustaLe gusta a 1 persona