Hemos cerrado la sombrilla, doblado la toalla, echado a lavar el bañañador, doblado el corazón en la maleta.
Hemos terminado el último libro humedecido por la brisa, apurado el último gintonic salado a la luz de las velas recogidas de lo barcos atracados en el puerto.
Hemos virado rumbo a lo conocido. Atracado en la rutina, puesto manos a las sobras, reciclado un tiempo que pasó, en el contenedor de la memoria.
Hemos recogido la ropa de fiesta y las sandalias, el camino de ida, el cansancio de vuelta, los amores ficticios, el polvo de estrellas, los adioses.
Ya solo nos falta recordar que la vida es ahora.