Ya han parido las bombillas.
Han dado a luz las aceras.
La Navidad, de puntillas,
va a llegar aunque no quieras.
Viene pasada por agua
como caída del cielo.
Suplicio de los paraguas
que te clavan en el pelo.
En las redes hay «figuras»
para montar un Belén,
algunos no tienen cura,
ni cara, ni cruz, ni amén.
Ya suenan los villancicos
en los centros comerciales.
El otoño se hace añicos
deshojado en los portales.
Se nos termina noviembre.
El frio es nieve cuajada.
En breve será diciembre
que llega como si nada.
Para encauzar el enfado
y no nos falte detalle,
el mundo sigue atrapado
en los ecos de la calle.
La pereza aviva el fuego,
el frío encoge el ombligo
y dónde decimos Diego
al tiempo nos dicen digo.
Ya han parido las bombillas:
luces, cámaras, invierno.
Fin de mes con pesadillas.
«Compro piso en el infierno».
Naviluz por todos lados.
Reza el rosario la Aurora
y el año desorientado
anda pidiendo la hora.
Las semanas tiran millas
y dicen que hará más frío.
Saca cuatrocientas sillas
o de perdidos al trío.