Una vez arbitrado el apriorismo
que pueda resultar más efectivo
para crear un caldo de cultivo
con el que suavizar el alarmismo,
habrá que promover un mecanismo
que sirva de acicate y de reactivo,
y aborde sin tardanza el objetivo
de frenar un posible cataclismo.
Se deben conseguir, sin más tardanza,
consensos que estimulen la manera
de perseguir conciertos y alianzas
que tiendan a servir de lanzadera
para recuperar la confianza.
En resumen, que sálvese quien pueda.