Este andar entre blindo y condecoro,
entre tiempo de invierno y primavera,
de no saber que hacer en la escalera,
de no encontrar al cafre del tesoro.
Este absurdo y cansino sube y baja
de unos tipos sin gracia ni interés,
este llevar los guantes del revés
y no saber cortar con la baraja.
Este tener que andar con disimulo
con el tanga calado hasta los huesos
sin poder sonreír de medio culo…
O nos deja al final del todo tiesos
o nos ponemos pronto igual de chulos
o matamos a polvos los excesos.