No. No me he ido, no estoy cansado, no he bajado mi rendimiento, no he perdido peso, ni fuelle, ni voz, ni la cabeza. No han decaído ni mi ánimo ni mis ganas de comunicar, tampoco he emprendido ningún reto nuevo aún.
No llegué a ningún acuerdo, ni negocié mi salida, más allá de lo estrictamente legal y a posteriori. No tuve opción. Ni despedirme de los oyentes pude. Simple y tristemente me echaron.
Me abrumaron con papeles, cifras ajustadas a derecho, buenas palabras y con lo típico de: ahora baja, recoge tus cosas, despídete de tus compañeros y el lunes no tienes que venir, por más que yo sí quisiera. Era viernes, el segundo de enero, mi primer despido en 38 años dedicados a mi profesión, a la radio y a los oyentes de Onda Cero. Todo deprisa y corriendo. Imagino que nunca se tomaron la molestia de conocerme ni personal ni profesionalmente. Siempre imaginé que mi salida sería con una comida de despedida, una agradable sobremesa y un reloj de plástico de imitación.
Esta es la verdad, lo demás son noticias o mensajes interesados que se han publicado, ignoro el propósito. Hechos sin contrastar conmigo.
No entra en mis planes dejar de hacer radio, de seguir ligado a ella.
Decir que te han despedido, para muchos, es sinónimo de: “algo habrá hecho”. Nada más lejos de la realidad en este caso. Nunca he dicho o hecho nada que mereciera esta forma de cerrar el capítulo más extenso de mi vida radiofónica. Eso es lo que me entristece, lo que no puedo entender, lo que me parece injusto, lo que pienso que no merecía. Las razones han sido económicas y por decir algo.
Por lo demás, a los compañeros que dejo en Onda Cero les deseo lo mejor. Ellos han sido mi otra familia durante más de media vida.
Ahora toca rehacerse y buscar otros retos profesionales, otros caminos y un lugar donde pueda ser de utilidad y me requieran… y me quieran.
Gracias a todos por vuestras muestras de cariño y por vuestros deseos sinceros de volverme a escuchar, ver y leer. Aquí me tenéis.
La vida, como la radio, siguen. Y yo no voy a ser menos. Me merezco otra radio.
P.D.
Cómo será
que aún no he quitado el árbol
de “navidá”.
El reverso de Taboada 
¡Que triste está la radio desde que te echaron, que huérfanos tus oyentes sin tus palabras y tu silenciada voz…!
Vuelve pronto, amigo, que te echamos mucho de menos…, porque tú, Javier, eres la radio inteligente, ocurrente, la que ponemos en casa, en el coche o de camino al trabajo. Eres esa radio que nos informa, nos acompaña, nos enseña y entretiene.
¡Vuelve pronto, no te demores y vuelve…!
Un besico, primor.😘
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Los días de encierro en la Pandemia llevan el sello de tus poesías habladas concluyendo el programa de Alsina.
Me estremece pensarlo por el recuerdo de aquellos días inciertos y extraños.
Con tu trayectoria no tendrás problema en encontrar quien quiera contar con tu buen hacer.
¡Enhorabuena por pertenecer a ese mágico Mundo de la Radio! Te envidio.
¡Suerte en tu nueva etapa!
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Siempre a tu lado donde estés .Me encanta tu poesía,tu voz.Siempre adelante.
Un abrazo
Conchita
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Siento verdaderamente tu ausencia de la radio, los cierres del programa de Alsina eran mágicos, yo enmudecía con ellos, de hecho me compre varios libros tuyos por ello..
Eres un acróbata de la palabra y la expresión, simplemente sobresaliente..
Tu trayectoria te consolidará de nuevo en la radio porque eres merecedor de estar en ella..
Mucha suerte maestro de la palabra y del ingenio.
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tanto, te echaba de menos, que tuve que soñarte en reversos. Pero recuerda, la vida tiene su dulce y su amargo; espero que el amargo no quite tanta dulzura como has vivido., y que pases por él de puntillas, sin hacer ruido antes de cerrarlo.
Espero y deseo oirte com los ojos y verte con los oídos muy pronto.
Pd. Avisa dónde y cuándo.
Mayte Exojo
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te echaba tanto de menos que tuve que soñarte en reversos. Recuerda que la vida tiene su dulce y su amargo, espero que el amargo no dure tanto como duró el dulce, y lo pases de puntillas y cierres pronto la puerta sin hacer ruido.
deseando verte con los oídos y oírte con los ojos en breve
Mayte
Pd: anuncia cuándo y dónde
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Gracias
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eres un tío grande. Disfruto mucho leyendo tus libros y tu forma de jugar con las palabras. Te seguiré donde vayas. Ojalá un recopilatorio de tus versos en radio. Un abrazo fuerte. Montse
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