No me importa vivir entre cuatro
paredes.
Así puedo esconderme cada noche
en un rincón distinto de mí mismo.
Los habrá que prefieran asomarse a
la calle y exhibirse desnudos, sin
miedo a lo que opine el cretino de
enfrente.
Por amor al arte. Sin temor a
helarse.
Habrá otros que opten por vestirse
de niebla temiendo que levante.
Cada cual se desvive al borde del
peligro en el que más a salvo se
resienta o se resista.
Hace en privado cosas que no
quiere airear, celoso de sí mismo,
receloso del resto.
Porque a nadie le importa lo que
haga mientras no dañe a nadie.
Mientras no lo practique al margen de la ley.
Y a los que no les guste que no
miren.
No busque lo que temas
encontrarte.
Los que buscan lo que no quieren
saber corren el peligro de
encontrarlo.
Cada uno es muy libre de sentirse,
si se da la ocasión, una persona
diferente, dependiendo del lugar,
de las circunstancias, o de las copas
consumidas.
Cada mente se precipita como
quiere a ese abismo tan íntimo
en primera persona que rompe su
rutina.
Casi todos llevamos dentro un
exhibicionista dentro luchando por
salir. Sin ánimo de molestar.
El que lo haga por joder es su
problema y se debe atener a las
consecuencias.
No me quita el sueño lo que la gente
opine de nosotros, de los otros.
Me importa lo que siento, Lo que
me hace feliz, lo que me salva.
Lo que me salva de puertas para
adentro y mentes para afuera.
Nadie tiene la patente de lo que es
moralmente aceptable.
Muchos de los que hablan tienen
tanto que callar que sería mejor que
adoraran al silencio como a un Dios
mayor y más justo.
No estaría de más, llegado el caso, o
el acoso, que dejaran en paz la
desnudez, la “ropa interior” de las
vidas ajenas,
Sería de agradecer que los falsos
santones cesaran en su empreño de
tocarnos los pezones o de pixelarlos
como si fueran hijos Instagram,
No estaría de más poder
desenmascarar y enseñar las
vergüenzas de los cada vez más
rancios y detestables “gilhipócritas”.
Todo el mundo tiene algo que
ocultar y bienvenido sea.
Allá cada uno.
Yo no me meto mientras no me
maten.