Sola.

Porque sí.

Porque te gusta.

Porque no te queda otra.

Porque vuelves a casa.

Porque quieres.

Porque debes poder.

Porque más vale sola

que mal acompañada.

Porque sobran motivos.

Porque a nadie le importa.

Sola como pueda ir cualquiera…

pero,

abrazada al miedo

por el hecho de ser mujer

y salir sola.

Un asqueroso miedo

que nadie se merece,

que siempre anda detrás

tocando los tacones.

No.

No se sale a la calle

teniendo que llevar,

escondido en la manga,

un mapa actualizado de trincheras.

No.

No se trata de salir a una guerra

a luchar en batallas perdidas de

antemano.

No se sale para hacer un breve

recorrido,

vestida de naranja y esposada,

por el corredor de una muerte

caprichosa,

por el callejón de la mala suerte,

por un territorio meado por una

bestia inmunda,

violador, un delincuente,

un asesino.

un maldito cabrón,

hablando en lata.

No.

No se pisa la calle,

por muy sola que vayas,

a deslucir lo oscuro,

a descontar farolas,

a soportar el ruido

de la intrigante silueta

que de repente asoma.

Siento vergüenza ajena

de esos hombres escombro

que, ciegos de irracional deseo

y ancestralmente equivocados,

no son más que cenizas

de una pira de mierda

mal quemada.

Y tú,

mientras tanto,

entre tanto tonto,

temiendo volver sola.

4 comentarios en “CON DOS OVARIOS

  1. Yo he vivido así,pero ya no,he tenido que huir,pero ya no,he pasado miedo,pero ya no,gracias por tus empaticas palabras!!!!, gracias por tu sensibilidad!!!!

    Me gusta

Deja un comentario