Harto de respuestas chorras
a preguntas inducidas,
de ladrones y mazmorras.
de la inflación de paridas.

De oír hablar por hablar
como quien oye roer.
De la farola del mar
que siguen sin encender.

De dar el brazo a morder,
de poner la otra mesilla.
De no rejuvenecer
ni untado con mantequilla.

De vivir la vida loca
entre muros acolchados,
cansado de iluminados
haciéndose el boca a boca.

De los profetas que cantan 
el blues de los amargados.
De los necios que levantan
fronteras por todos lados.

Harto de pares sin nones,
de que el viento mueva el frío,
de contar desilusiones,
de hacer siempre, solo, el trío.

Harto de moralidad
casposa e inquisidora,
y, en honor a la verdad,
de pensar a todas horas.

De los malos entendidos,
de los vanos extra pegas,
de los datos exhaustivos
que se pasan o no llegan.

De las guerras partidistas,
de los cansinos pesados,
de las voces ventajistas,
de vernos acongojados.

Harto de mediocridades,
de falta de educación,
de tantas calamidades
consentidas a traición.

Harto de tanto esperar,
harto de ir y venir,
sin terminar de llegar,
y harto de discutir.

2 comentarios en “HARTO Y CLARO

Deja un comentario